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miércoles, 11 de febrero de 2015

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UGT alteró sus cuentas para borrar el rastro de sus comilonas en la feria


El ex tesorero Federico Fresneda ordenó modificar un asiento contable
Donde antes figuraba el concepto 'gastos feria' apareció luego 'gastos de representación'

UGT Andalucía manipuló su contabilidad interna para que no quedara rastro alguno de sus fiestas nocturnas de la Feria de Sevilla desveladas por EL MUNDO y costeadas con cargo al contribuyente andaluz. Lo ha testificado ante la Guardia Civil A. J. M., el ingeniero informático que instaló el programa de contabilidad Spyro y que asegura haber recibido órdenes del ex tesorero ugetista Federico Fresneda para maquillar los asientos contables que confirmaban el colmo del abuso del sindicato que actualmente dirige Carmen Castilla.

En su declaración del pasado 30 de julio y que figura en el último atestado remitido al Juzgado de Instrucción 9 de Sevilla, A. J. M. confirmó que estuvo colaborando como técnico externo en la instalación del programa informático contable de UGT-A desde mediados de 2010 a mayo de 2014, manteniendo reuniones cada 15 días con los contables del sindicato que le pedían que hiciese «una serie de modificaciones en relación a determinados proyectos».

Su interlocutora habitual era María Charpín, la militante socialista a la que el PSOE de Sevilla se negó a expulsar tras su imputación en junio por su gestión contable en UGT. No obstante, «en contadas ocasiones» el ingeniero informático también hablaba directamente con Fresneda, al que señala con el dedo a la hora de explicar las manipulaciones más flagrantes de la contabilidad del sindicato.

El ex tesorero -él directamente o a través de José Miguel Galdeano y Francisco Mateos- fue el que le pidió a A. J. M. que «se hiciesen una serie de cambios relativos a la modificación de asientos contables relativos a años anteriores». A modo de ejemplo, el informático revela que se «le solicitó desde UGT de Sevilla que se cambiase el concepto 'gastos Feria' por el de 'gastos de representación'», con lo que se perdía el rastro de la cena con orquesta y barra libre en la caseta ugetista en vísperas de la feria.

Otra orden que recibió el ingeniero fue la de «imputar a determinados proyectos facturas que se desimputaban masivamente de otros proyectos, aduciendo desde el sindicato que éstos no estaban en el proyecto correcto», aunque a A. J. M. resalta que «esto se hacía con ejercicios ya cerrados».

Igualmente, Fresneda le pidió «cambiar facturas de gastos de estructura para pasarlas finalmente a gastos de proyecto. Esto es, pasar por ejemplo gastos de suministro como pudiera ser agua, electricidad, etc., a gastos que se pudieran justificar en determinada subvención», aclara el informático, dejando claro la intención del sindicato de endosar sus gastos corrientes a las ayudas de la Junta.

El programa Spyro da para más. Para empezar, también ha declarado como testigo ante la Guardia Civil el dueño de la empresa que se lo vendió a UGT-A, A. A. P., que ofrece un detalle curioso sobre los famosos 'botes' de la contabilidad informática ugetista: fue una petición directa del cliente. «Desde el sindicato» se le solicitó «una gestión específica que contemplase 'facturas anticipadas de proveedores pendientes de recibir albaranes'», lo que permitía a la organización sindical generar el saldo con determinados proveedores que resulta de las facturas anticipadas y los albaranes pendientes de recibir.


A. A. P. precisa también que su empresa ingresó 542.718,34 euros de UGT por la instalación del Spyro. La Guardia Civil alerta de que esa cantidad «dista mucho» de la declarada por María Charpín, quien en aseguró que el programa de contabilidad informático le costó al sindicato más del doble, 1,2 millones de euros, con la que justificaron dos subvenciones de 600.000 euros otorgadas por la Junta. Los agentes dan más credibilidad a A. A. P. porque da detalles de que tuvo que devolver 51.579,31 euros al sindicato por errores del software. «Llegados a este punto, cabría preguntarse si estos reembolsos que suman 51.579,31 fueron declarados por UGT-A a la entidad concedente de la subvención, esto es, a la Junta de Andalucía», lanza la UCO.

Fuente:  http://www.elmundo.es

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